5/2/08

La política de la Fe o la fe de la Política

¿Tienen los que se autoproclaman representantes o vicarios de Cristo la obligación y el derecho de orientar, a los católicos y los ciudadanos que quieran escucharles, el voto a una u otra propuesta, y a valorar las distintas ofertas políticas, teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida? Sin ninguna duda. Vivimos en un Estado de Derecho donde se garantiza, como no podría ser de otra manera, la Libertad de Expresión.
Aun recuerdo, utilizando la misma Libertad de Expresión, las duras críticas que hicieron a la política de Aznar cuando decidió meternos en la guerra de Irak. Las convocatorias multitudinarias que promovieron a favor de la vida y no de la guerra. La presión que ejercieron al anterior ejecutivo para que suprimiera la ley del aborto o la ley de divorcio. La presión que están haciendo al actual, para que suprima esas mismas leyes y las que se han promulgado nuevas y que van en contra de sus preceptos, como la ley de matrimonio gay.
El pasado día 30 de enero la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española emitió una nota referente a las elecciones generales marzo, donde se recomendaba, entre otras cosas, el voto a aquellos partidos políticos que estuvieran de acuerdo con sus preceptos morales. Lo que me lleva a la conclusión de que no están a favor de ninguno de los dos grandes partidos de este país, y si me apuras de casi ninguno. El PP durante su anterior legislatura nos llevó a la guerra de Irak, no suprimió la ley del aborto, no suprimió la ley del divorcio, ni creo que lo haga si gana las próximas elecciones, por poner algunos ejemplos. Y por su parte el PSOE, no solo ha mantenido la ley del aborto y del divorcio, sino que además ha aprobado la ley del matrimonio gay, y si gana tampoco creo que las suprima, al igual que tampoco hará el PP. Ambos han mantenido contactos con ETA y los volverán a tener, si se dan las circunstancias adecuadas. Y todos recomiendan a las mujeres maltratadas que denuncien a sus parejas en lugar de resignación.
"Dad a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César".
Regino Marmol
El Progreso del siglo XXI
5 febrero 2008

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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.