La igualdad se configura como un principio de justicia desde el pensamiento clásico. A ella se refiere Aristóteles en su Política, al dec ir, precisamente, que la justicia consiste en igualdad. Más concretamente, lo que Aristoteles dice es que la igualdad, para ser justa, ha de consistir en igualdad para los iguales, mientras que, a su vez, la desigualdad será justa para los desiguales.
La acción afirmativa, término que se le da en los Estados Unidos a la discriminación positiva (Reino Unido), es una acción que, a diferencia de la discriminación negativa (o simplemente discriminación), pretende establecer políticas que dan a un determinado grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios así como acceso a determinados bienes. Con el objeto de mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, y compensarlos por los perjuicios o la discriminación de la que fueron víctimas en el pasado.
Ejemplos son las becas estudiantiles, leyes que favorecen a la mujer en casos de violencia de género, políticas de admisión en escuelas y colegios que fomenten la diversidad, subsidios o exoneración de impuestos a sectores menos favorecidos, entre otras medidas.
Existe mucha polémica alrededor de los postulados de la acción afirmativa y algunos la consideran racista en sí misma, que no alcanza los objetivos propuestos y que tiene efectos colaterales indeseables. Además, también hay quienes opinan que por muy positiva que sea no deja de ser discriminación, ya que siempre alguien resultara discriminado por la reparación de una injusticia histórica de la que no se beneficia y de la que no es responsable.
Hoy en día aún se debate el tema, principalmente en Estados Unidos y Europa. Esta discusión está relacionada con el hecho de que se generan desigualdades y también estereotipos en el cuerpo social y la necesaria disponibilidad de 'igualdad de oportunidades' para el equilibrio estructural con la justicia social.
La descriminación positiva, a mi entender, es necesaria para compensar a colectivos, nunca a individualidades que, en un momento dado se le ha descriminado por razón de sexo, raza, religión, etc. y es justicia de igualdad el compensar esa merma social que la sociedad les arrebató o simplemente no les concedio nunca, para que con la mayor brevedad posible se consigua la verdadera igualdad real. Es de justicia igualitaria.
Regino Marmol
El Progreso del siglo XXI
10 octubre 2006
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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.