Tengo que reconocer que hasta ayer mismo no había oido hablar nunca de Gene Sharp. El encuento fue como en tantas ocasiones fortuito pero intencionado, es decir, motivado por la causalidad de la búsqueda. Este octagenario hombre es la persona a la que se le atribuye la autoría de la estrategia del derrocamiento del gobierno egipcio de Mubarak.
Sharp es el experto en revoluciones no violentas más famoso del
mundo. Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas, sus libros
pasan de frontera en frontera, a escondidas de las policías secretas en
todo el planeta. Mientras Slobodan Milosevic en Serbia y Viktor
Yanukovych en Ucrania caían ante la revolución de colores que barrió
Europa Oriental, cada uno de los movimientos democráticos rendía
homenaje al aporte de Sharp.
Su mensaje esencial es que el poder de las dictaduras proviene de la
obediencia voluntaria del pueblo que gobiernan, y que si la gente puede
desarrollar técnica para retener ese consentimiento, estos regímenes se
derrumban.
Sus textos han ayudado a millones de personas en todo el mundo a
liberarse sin violencia. "En el momento en que uno opta por la lucha
violenta, está decidiendo enfrentarse a un enemigo mejor armado, y hay
que ser más inteligente que eso", insiste el autor del libro De la dictadura a la Democracia
Su trabajo más traducido y distribuido, De la Dictadura a la Democracia,
fue escrito para el movimiento democrático birmano, en 1993, luego del
encarcelamiento de Aung San Suu Kyi. Dado que Sharp no era un especialista sobre ese país, escribió una
guía para derrocar una dictadura que era totalmente genérica.
Sin embargo, de la debilidad de Sharp devino la
fuerza de su libro, pues permitía una fácil traducción y una aplicación a
cualquier país del mundo, sobrepasando cualquier frontera religiosa o
cultural. El libro prendió llamas figurativa y literalmente hablando.
Desde Birmania, las recomendaciones de boca en
boca llegaron a Tailandia y hasta Indonesia , donde el libro fue
utilizado contra la dictadura militar de ese país.
Su contribución al derrocamiento de Milosevic,
en Serbia, en 2000, lo catapultó a toda Europa del Este, Sudamérica y
Medio Oriente.
Cuando el libro llegó a Rusia, los servicios de
inteligencia allanaron la imprenta y las librerías donde estaba en venta
fueron misteriosamente consumidas por el fuego.
Los iraníes se preocuparon tanto que
transmitieron una película de propaganda animada en la televisión
estatal que mostraba a Gene Sharp complotando para derrocar al gobierno
de Irán desde la Casa Blanca.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, utilizó
su programa semanal para advertirle al país que Sharp era una amenaza a
la seguridad nacional.
Las cosas cambian si se sabe como hacerlo y este es un claro ejemplo de ello. La similitud con otro tipo de dictaduras nos debería alentar a seguir intentándolo. En los países llamados occidetnales o países libres nos estamos acostumbrando demasiado a otro tipo de dictaduras en cubierta, dictaduras de mercado, la llaman algunos. La opresión en estos lugares llevan otros nombres más descafeinados pero no por ello exentos de actos y leyes que cada vez más privan al individuo de sus derechos y libertades. Aún siendo las comparaciones muy distantes entre si, las dos son injustas socialmente en su lugar y ciscunstancia y deben ser erradicadas ambas igualmente. Quizás antes de que nos demos cuenta otro Sharp aliente con su discurso a vencer a este tipo de dictaduras encubiertas con la piel de la democracia. entras no nos rindamos nunca estaremos derrotados.
Aquí puedes leer su obra más conocida: http://www.aeinstein.org/organizations/org/DelaDict-1.pdf
Aquí puedes leer su obra más conocida: http://www.aeinstein.org/organizations/org/DelaDict-1.pdf
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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.