José Antonio Labordeta era una de esas perosonas que con el paso del tiempo te das cuenta de que son imprescindibles entre nosotros. Se ha ido un hombre bueno. Sin pelos en la lengua. Y sobre todo defensor de la libertad. Uno de los mejores oradores, para mi gusto, que han pasado por el Congreso de los Diputados, tanto en la forma como en el fondo. Lástima que no haya más políticos del pueblo de esa altura social.
Para muestra un botón, no se cortaba un pelo a lo hora de poner a cada uno en su sitio. En la intervención de más abajo en 2003 recriminaba a los diputados del PP que no le dejaran hablar y les manda literalmente "a la mierda". Genio y figura. Mas tarde reconocería que el "cabreo" había sido motivado porque le increpaban a que se fuera con la mochila. y vueltas con la mochila, haciendo referencia al programa televisivo Un País en la Mochila emitido por TVE y presentado por Labordeta. Tenía para todos cuando le daban la oportunidad, gobierno y oposición, eso si, a las claras siempre.
Para muestra un botón, no se cortaba un pelo a lo hora de poner a cada uno en su sitio. En la intervención de más abajo en 2003 recriminaba a los diputados del PP que no le dejaran hablar y les manda literalmente "a la mierda". Genio y figura. Mas tarde reconocería que el "cabreo" había sido motivado porque le increpaban a que se fuera con la mochila. y vueltas con la mochila, haciendo referencia al programa televisivo Un País en la Mochila emitido por TVE y presentado por Labordeta. Tenía para todos cuando le daban la oportunidad, gobierno y oposición, eso si, a las claras siempre.
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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.