30/1/10

JUBILIACIÓN A LOS 67 AÑOS? Que les den...

Ahora nos quieran retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años y el tiempo de cotización lo aumentan más todavía. Que tiene guasa. Actualmente si un trabajador ha cotizado menos de 15 años a la Seguridad Social, no tendría derecho a pensión de jubilación. Con lo que por ejemplo una persona que por los motivos que fueran o fuesen hubiera cotizado hasta el día de hoy menos de ese tiempo y tuviera una edad superior a 52 años, en ningún caso le recompensaría afiliarse a la S.S. ya que nunca tendría derecho a una pensión. Estos son los ingenieros que nos gobiernan.

Claro que más gilipollas son los que piensan que esta medida es buena, o claro está, como ellos se están tocando los cojones todo el día, u otras partes propias o ajenas, la medida les parece cojonuda. El otro día salía por la tele un ginecólogo que decía que le parecía bien que la edad de jubilación se retrasara incluso más. Sin comentarios.

Me gustaría ver a estos picando en una mina o haciendo una zanja de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Veríamos entonces que es lo que pensaban de la jubilación.

Esto es un derecho que nos quieren mangonear. El que quiera trabajar hasta los 135 años que lo haga. Creo que nadie se opondría si sus facultades se lo permitieran. Desde siempre hemos visto a agricultores, artesanos y otro tipo de trabajadores que aún siendo el trabajo que desempeñan duro, así lo querían. Pero una cosa es eso y otra muy distinta el cobrar la pensión, que no es otra cosa que haber ingresado en una cuenta una parte de lo ganado para que cuando llegue determinada edad cobrar lo acumulado más los réditos generados (vamos un plan de pensión) y seguir trabajando si se quiere, pero las cuentas claras.



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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.