5/8/08

El verdadero Espíritu Olímpico

Este año, por si no lo sabían, toca Olimpiadas. Si hombre, son esos eventos deportivos multidisciplinarios que se celebran cada cuatro años en los que participan atletas de diversas partes del mundo y que es la competición más grande y prestigiosa de todo el planeta. Pues eso.
Podremos ver esos deportes que si no fuera por estas cosas nunca les prestaríamos la atención que se merecen. Por que vamos a ser sinceros. Quien de nosotros conoce a alguien que practique el lanzamiento de martillo o el salto con pértiga. Y el caso es que, en estas ocasiones nos engancha. Vibramos con esos atletas que gracias a su descomunal esfuerzo se superan día tras día y año tras año, y que nos hacen sentir partícipes de sus hazañas, o como dice el spot que publicita en España los Juegos Olímpicos "...nos hacéis sentir orgullosos de ser humanos, sin importar nuestra raza, religión u origen, porque si sois capaces de semejantes proezas, nada es inalcanzable..., id y asombrarnos"
Y no se porqué me da, que estas olimpiadas serán asombrosas, no solo por los record, que a buen seguro, se batirán, o por las medallas que ganaran nuestros olímpicos, que también, sino por lo que socialmente pueden representar.
Nunca ha tenido una cita deportiva de estas características un olor tan desagradable y escandaloso como los Juegos que van a empezar en breve en China, salvo, las olimpiadas de 1936 celebradas en la Alemania de Hitler, utilizadas para glorificar el régimen nazi. Y es que, en la China actual las libertades de religión y de prensa no existen, miles de personas están en la cárcel por haber cometido delitos que no lo son en ningún país libre. Los periodistas que intentan informar sobre la verdadera realidad arriesgan pasar años en la cárcel. Los tibetanos sufren la represión y el control de un régimen con el que no tienen nada en común, etc. Y mientras tanto desde la comunidad internacional se hace poco o nada para cambiar esta situación. Como casi siempre, el potencial económico que representa China, es más importante que cualquier derecho humano, como la libertad o el derecho a la información, entre otros.
Pero quizás, los que van a asistir a estos Juegos nos asombren y verdaderamente nos hagan sentir orgullosos de ser humanos. Deportistas, periodistas y público, tienen la oportunidad única de desenmascarar al Gobierno chino y denunciar ante millones de espectadores de todo el planeta los abusos de derechos humanos que sufren los ciudadanos chinos de a pie.
No se si será una utopía, pero soy de los que piensan que todo tiene un tiempo y un lugar, y los Juegos Olímpicos de 2008 pueden pasar a la historia no solo por las grandes hazañas deportivas conseguidas. Cuando se dice o se habla de "la comunidad internacional" deberíamos sentirnos aludidos y no permitir que en nuestro nombre se ignore esta situación. Y que si vamos, (nuestros deportistas llevan la bandera de España) es para competir olímpicamente y estar entre hombres libres e iguales, y no para hacer publicidad de los regímenes de los sucesores de Mao. Es el momento y el lugar, y debemos estar a la altura de las circunstancias que nos ofrece la historia.
Eso sí sería espíritu olímpico.
Regino Marmol
El Progreso del siglo XXI
5 agosto 2008

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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.