Por fin parace que vuelve el sentido de Estado, y el Presidente del Gobierno, y el lider de la oposición se reunieron el pasado día 11 en La Moncloa para unir esfuerzos en la lucha contra la banda terrorista ETA, y dejar de especular con un tema tan importante en el que nos vá la vida. Parecía imposible que hubiera un acuerdo y, aun diciendonos que es un acuerdo de mínimos, yo creo que lo único mínimo que tiene que haber en este tema es el “mínimo cuartelillo” que se les debe dar a los fascistas asesinos. Ahora no toca buscar culpables en otro ámbito que no sea el de la propia banda terrorista. No toca reprochar si uno a cedido demasiado y otro no ha colaborado por interés partidista. Una vez todos de acuerdo en que el enemigo común de los demócratas son los etarras, debemos pasar página y tomar la palabra a ambos líderes políticos de que a partir de ahora van a ir de la mano en la lucha antiterrorista. Y la vía, según mi humilde opinión, tiene que tener dos caras. La primera y más importante debe ser la persecución policial y judicial, con los más extrictos y contundentes métodos que el Estado de Derecho nos permita, dentro, por supuesto, de la más extricta legalidad. Y la segunda, buscar fórmulas de acercamiento a los sistemas de convivencia democrática a todos aquellos ciudadanos del país vasco que quieren salirse del entorno terrorista, acogiendoles en la democracia, garantizándoles que las ideas por muy nacionalistas e independentistas que sean, si son defendidas con la palabra, no solo serán respetadas, sino que defenderemos dentro de nuestra democracia el que puedan manifestarlas libremente. Porque nosotros no somos fascistas y cuando alguien no está de acuerdo con nuestras ideas no le matamos, discrepamos. Ya hay varios ejemplos, Aralar o Nafarroa Bai, defienden democráticamente sus ideologías independentistas desde las fórmulas del Estado de Derecho, y el objetivo debería ser que éstos o nuevos partidos democráticos vaya aglutinando ese colectivo que tiene esa ideología de pensamiento, del cual soy contrario visceralmente pero que entiendo tienen todo el derecho de expresar libremente al igual que mis postulados quiero que puedan ser expresados libremente. Demostremosles que los fascistas son sus actuales líderes que matan y aterrorizan para hacerse oir, incluso entre ellos mismos. Demostremosles lo que es y significa la verdadera gran palabra LIBERTAD.
Regino Marmol
El Progreso del siglo XXI
19 junio 2007
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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.