6/3/11

La vida extraordinaria de un hombre extraordinario


"Hay hombres que luchan un día
y son buenos,
hay otros que luchan un año
y son mejores,
hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos,
pero hay los que luchan toda la vida,
esos son los imprescindibles"

Cuando le conocí, no tenía ni idea de que persona tenía delante de mí. Fueron apenas cinco o seis conversaciones por teléfono y apenas hora y media de entrevista personal en una notaría de Madrid., pero suficientes para darme cuenta de la gran calidad humana que tenía ese hombre con el que estaba tratando un asunto relacionado con mí negocio y trabajo. Recuerdo que poco antes de contactar con él las posibilidades de que tuviera algún éxito en el encargo que se me había hecho, eran pocas o muy pocas. Se me encargó elevar a público un contrato privado de compraventa de una vivienda en la provincia de Madrid que a su vez se había transmitido también en contrato privado por el Sr. Lagunero. El asunto era que además de la dificultad de encontrar a los partícipes de las correspondientes firmas, los contratos se habían firmado hacía más de veinte años, éstos tuvieran la constancia de las transmisiones, estuvieran en facultad de firmarlos y lo más importante estuvieran dispuestos a ratificar su firma ante notario. Había otras posibilidades, como realizar un expediente de dominio sobre la vivienda, cosa que era totalmente viable con la documentación de la que disponíamos y para la que no necesitaríamos la presencia de los anteriores vendedores, pero esa gestión se podría dilatar en el tiempo un año e incluso más. El asunto se tenía que resolver en un par de meses por las urgentes circunstancias de la persona que me hizo el encargo y esa vía la habíamos descartado o dejado como última solución al problema. Mí escepticismo era motivado por la experiencia en este tipo de asuntos. La gente normalmente no quiere saber nada después de transcurrido tanto tiempo y te ponen todo tipo de trabas para darle solución. Recuerdo que cuando por fin logré un número teléfono que me podría llevar a contactar con Teodulfo Lagunero mí escepticismo aumentó al comprobar que correspondía a un municipio de la costa mediterránea, y más aún cuando su secretaria en la primera conversación mantenida me indicó que el Sr. Lagunero tenía ochenta años. Pero no fue así, en cuanto tuve la oportunidad de hablar con él fueron todas facilidades. Me emplazó a que volviéramos a retomar la conversación unos días después, una vez hubiera comprobado la veracidad de los datos que yo le facilitaba, y así fue. Pocos días después recibí la llamada de Teodulfo Lagunero indicándome que tenía constancia del contrato de compraventa firmado y que por supuesto estaba a nuestra disposición para acudir a la firma de elevación a público de la transmisión de la vivienda. Recuerdo que me ofrecí para desplazarme a donde actualmente residía, para que las molestias que le estábamos creando fueran las mínimas, pero rápidamente me indico que en unas semanas tenía que venir a Madrid a unas revisiones médicas y que si preparábamos todo para esas fechas, aprovecharía para realizar la firma.

Después de varias conversaciones y transmisiones de faxes de los documentos necesarios para la firma, acudimos a la cita de notaría. Allí me encontré a un señor de más de ochenta años, con traje oscuro y melena blanca, con una vitalidad, lucidez y trato personal algo inusual para el común de los mortales. Durante la hora y pico que duró la espera y firma de los documentos la conversación mantenida fue tan fluida y agradable que cuando finalizó todo, a pesar de lo breve de la relación, ese hombre de avanzada edad me había dejado huella, y no sabía porqué. No había sido solo la buena voluntad de echarnos una mano al asunto de los contratos, que también, sino que había en su presencia y retórica algo poco corriente.
Mí sorpresa con mayúsculas fue pocos meses después cuando viendo un programa de televisión sobre la figura de Santiago Carrillo conocí que ese mismo hombre de pelo l
argo y cano, había sido el que en sucesivas ocasiones había cruzado la frontera francesa en un lujoso Mercedes con el líder comunista, burlando los controles de la policía franquista y siendo una figura clave en el desarrollo de la transición española. Comencé a interesarme por su trayectoria y no salía de mi asombro a cada paso que daba. No solo había sido partícipe de las conversaciones entre Suárez y Carrillo en los pasos previos a la legalización del PCE sino en la configuración del desarrollo posterior de la transición y en los acuerdos de la estabilidad política que necesitaba nuestro país en esas fechas tan difíciles y frágiles de comienzos de la democracia, manteniendo conversaciones y acuerdos también con Don Juan de Borbón.
Pero como hombre extraordinario, como lo consideran algunos a los que me sumo a pesar de conocer de él todavía tan poco, no se queda ahí la historia. Teodulfo Lagunero en esos tiempos era un millonario promotor inmobiliario que utilizaba su fortuna para luchar contra el franquismo, financiando al PCE y a la Junta Democrática.
Todo un guión cinematográfico donde la realidad supera a la ficción. Millonario promotor inmobiliario, altruista comunista y amigo de Alberti y de María Teresa León, Neruda, Picasso, Antonio Gala, Miguel Ángel Asturias, Marcos Ana...y de tantos otros que como él, arriesgaron su vida para que hoy vivamos en libertad.
Hace unos días volví a saber de él. Según parece el próximo 1 de abril lanzará un nuevo periódico de tirada nacional y que también contará con una versión digital, impulsado por un grupo de intelectuales y periodistas de primera talla y del cual Lagunero llevará la gerencia de la sociedad. Lagunero ha comentado que el principal objetivo es recoger en sus páginas la "voz" de los parados, trabajadores, jubilados, estudiantes, homosexuales y ecologistas", de ahí su cabecera " La Voz de la Calle".
Entre las novedades, el nuevo diario prestará una especial atención a la economía, integrándola dentro de las secciones de política internacional y española, según la nota de prensa mencionada. Igualmente, dedicará una atención primordial a la investigación de la corrupción en la política, así como a los abusos de las empresas. Así mismo, también incorpora una atención especial a la memoria histórica.
El consejo editorial está formado, entre otros, por Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense de Madrid; Juan Torres, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla; Antoni Domènech, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona; David Ruiz, historiador y catedrático de la Universidad de Oviedo; el coronel Luis Otero, fundador de la UMD (Unión Militar Democrática),
y Federico Mayor Zaragoza, al frente de la Unesco entre 1987 y 1999.
Un nuevo paso con el que Don Teodulfo Lagunero afronta, con la misma determinación e ilusión la lucha por la demo
cracia y libertad en este país, y que sigue marcando la extraordinaria vida de un hombre extraordinario.
Por último significar una frase suya que le gusta contestar a la malintencionada pregunta de algunos ignorantes de la vida de -¿como un millonario inmobiliario puede ser de ideas comunistas o de izquierdas además de destinar parte de su capital económico empresarial a financiar y dar alas al PCE cuando el partido estaba en el exilio? a lo que el contesta claramente -"es más difícil ser cristiano y millonario que ser comunista y millonario" y añade "por que Cristo era un revolucionario, amigo de las putas, de los pescadores..., y echó a los mercaderes del templo"- para terminar afirmando "ser comunista es tener unas ideas y unos sentimientos, y es independiente de que se tenga dinero o no"





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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.