18/12/10

Otro golpe, otro más, a la Libertad de Expresión

El cierre de medios de comunicación y por tanto acallar voces, nunca puede ser una buena noticia. Pero si estas voces además han defendido y defienden el valor que tiene una información contrastada, documentada y contextualizada, defendiendo la libertad informativa, dos palabras contrarias al pensamiento único, al tópico elevado a información generalista y a que las fuentes informativas y la propia información se vean reducidas a una única voz, el asunto es mucho más grave y debería preocuparnos a todos o al menos a los que defendemos estos mismos valores, para no perder nuestra propia esencia intelectual.

El trabajo intelectual honesto, siempre en busca del argumento y por tanto al servicio de la convivencia y del desarrollo de los valores democráticos no puede menospreciarse y mucho menos acallarse por aquellos que defienden de una forma burda e interesada todo lo contrario.

La época histórica por la que estamos atravesando es un buen caldo de cultivo para posturas radicalizadas, sabedoras de que el análisis de la información catastrofista e interesada, renunciando a toda objetividad contextualizada, tiene eco en una sociedad fuertemente dañada por la situación económica y laboral por la que está pasando.

Sin libertad no hay información, hay propaganda, y solo en democracia se garantiza el derecho a la información, a la información veraz, y no podemos hablar de democracia real sin una ciudadanía bien informada. No son buenos tiempos para la libertad de información como no lo son tampoco para la calidad democrática y necesitamos de personas y medios de información que hagan batalla a los grupos mediáticos, que no dejan de ser empresas que casi exclusivamente ven la información a través de la cuenta de resultados. Para éstos, a los que únicamente les preocupa su propio interés y no solo desprecian el interés común sino que lo intentan manipular interesadamente también, es difícil de entender este punto de vista. Y por ello más que nunca necesitamos de personas que sean leales a la información veraz, documentada, contrastada y contextualizada.

El aturdimiento informativo por el que estamos atravesando tiene a mí entender dos objetivos, entre otros, tapar las malas prácticas de los siempre poderosos y guiarnos por el redil que les interesa a esos mismos poderes, que sin ser elegidos como representantes de la ciudadanía en las urnas, son los que verdaderamente nos gobiernan, no ya en la sombra como hasta ahora, sino descaradamente marcando nuestro calendario de medidas políticas como estamos viendo impávidos sin respuesta. Y para muestra un botón, aquellos que nos metieron en la mayor crisis económica conocida de toda la historia, incluso mayor que la del 29, aquellos a los que toda la sociedad ha tenido que rescatar con sus impuestos e incrementos de deuda de los estados y a la postre de todos nosotros, aquellos a los que se anuncio a bombo y platillo que se les iban a cortar las alas neoliberalitas con las que han campeado a sus anchas durante las últimas décadas sin control alguno, haciendo del mercado financiero el mayor engaño jamás conocido, después de hacernos creer que todo iba a cambiar y que se iban a tomar medidas, desgraciadamente (palabra que viene al pelo para describirnos a todos si cambiamos el adverbio y lo convertimos en adjetivo) descubrimos que no solo no ha cambiado sino que nos manipulan ahora sí, a cara descubierta y sin tapujos. El periodismo del opio partidista y mercantilista ya se encarga de darnos nuestra dosis diaria, enfatizando la polémica en lo menos sustancial que separa a la ciudadanía en lugar de centrar aunque solo fuera de vez en cuando, la información en lo que nos une a todos: la lucha contra estos grupos de poder económico que prostituyen la “democracia” y que no se creen, sino que son los verdaderos amos del mundo.

Estos días atrás se anuncio el cierre de CNN+ a partir de finales de este año. Fue decidido por Liberty, después de formalizarse la adquisición del 50,6% de Prisa por este fondo de inversión norteamericano y de su fusión con Telecinco, que todos sabemos quien gobierna su información.

Esto nos lleva a la cruda realidad de saber que dejamos de tener en informativos a uno de los mejores periodistas que ha dado nuestro país y que se ha ganado el respeto unánime de periodistas y ciudadanos por su trayectoria profesional, ejerciendo bien su trabajo, que es lo mejor que se le puede decir a una persona y por la que se debe sentir más orgullosa.

Solo nos queda esperar que Iñaki Gabilondo, no abandone “la resistencia” informativa activa, por el bien de la sociedad, necesitamos de personas como él que abran puertas de libertad de información objetiva, documentada, contrastada, contextualizada y veraz.

Los que hemos estado de una u otra manera vinculados con los medios de comunicación, tomando como referencia a este tipo de personas y otras de igual calado humano y periodístico, tanto desde dentro del medio como receptor de su información, debemos seguir reivindicando la bandera de la buena praxis periodística, alejándola de todo interés económico y político, sino estaremos avocados al NODO de hace no tantos años.




"Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío.
Si le hubiera cortado las alas
no se hubiera marchado.

Pero de esa forma
ya no hubiera sido pájaro.

Y yo... lo que amaba era el pájaro..."

Poema de Mikel Laboa

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Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.