9/4/09

La nueva ley de interrupción del embarazo

La nueva ley de interrupción del embarazo sigue enfrentando posturas antagónicas, que en alguno de los casos se sostienen más por las posturas ideológicas que por la objetividad científica, aunque abusan de esta palabra para dogmatizar sus creencias.
En las últimas semana se han declarado dos manifiestos, el primero denominado “Declaración de Madrid” "...en defensa de la vida humana en su etapa inicial, embrionaria y fetal...", y un segundo a consecuencia de éste “En contra de la utilización Ideológica de los Hechos Científicos” "...ni la Genética, ni la Biología Celular ni la Embriología tienen argumentos decisorios. El momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana. Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas..."
Por tanto después de leer los dos manifiestos cada uno seguirá teniendo su opinión, pero no la argumentemos con dogmas científicos, ya que los científicos se han pronunciado y dicen lo que dicen, tanto unos como otros.
POSTURA A.- Declaración de Madrid Martes, 17 de marzo de 2009
Ante la iniciativa de una ley de plazos como régimen jurídico del aborto
El aborto conlleva siempre la muerte violenta de un ser humano y supone un terrible drama para la mujer que lo sufre, forzada por las circunstancias.
La ley española abandona a la mujer ante sus problemas y la empuja insolidariamente al aborto. Toda "ley del aborto" es una terrible hipocresía contra las mujeres, además de una atroz injusticia para con los niños a los que desprotege.

POSTURA B .- Un Manifesto A Favor De La Ciencia y EN CONTRA DE LA UTILIZACIÓN IDEOLÓGICA DE LOS HECHOS CIENTÍFICOS
Una bellota no es un roble. Los cerdos de Jabugo se alimentan de bellotas, no de robles. Y un cajón de bellotas no constituye un robledo. Una bellota no es un roble. Una oruga no es una mariposa. Un embrión no es un niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuando se abriga una convicción, no se la guarda como una joya de familia ni se la envasa herméticamente como un perfume demasiado sutil: se la expone al aire y al viento, se la deja al libre alcance de todas las inteligencias. Lo humano está, no en poseer sigilosamente sus riquezas mentales, sino en sacarlas de la cabeza, vestirlas con las alas del lenguaje y arrojarlas por el mundo para que vuelen.